viernes, 8 de mayo de 2015

REMBLAN PINTOR Comentario Rembrandt solía utilizar a miembros de su familia y su entorno como protagonistas de sus cuadros, provocando en el espectador la incertidumbre de estar ante una historia o un retrato. En esta obra, realizada hacia 1635, vemos al joven pintor, vestido con sus mejores galas, de brocado, seda y terciopelo, con espada y sombrero, sosteniendo en su regazo a su esposa Saskia, que gira la cabeza para mirarnos. La alegría de la escena se transmite a los espectadores gracias a la mirada cómplice de Rembrandt, que invita a entrar en el prostíbulo. La luz se convierte de nuevo en protagonista, juega con el contraste de luces y sombras, aunque la luz dorada permite suavizar algo más ese contraste. El rico colorido y la textura de las telas, perfectamente conseguidas, demuestran la elevada calidad pictórica del artista. A medida que pasa el tiempo observaremos una mayor soltura en la pincelada del artista. Páginas relacionadas Comentario Rembrandt solía utilizar a miembros de su familia y su entorno como protagonistas de sus cuadros, provocando en el espectador la incertidumbre de estar ante una historia o un retrato. En esta obra, realizada hacia 1635, vemos al joven pintor, vestido con sus mejores galas, de brocado, seda y terciopelo, con espada y sombrero, sosteniendo en su regazo a su esposa Saskia, que gira la cabeza para mirarnos. La alegría de la escena se transmite a los espectadores gracias a la mirada cómplice de Rembrandt, que invita a entrar en el prostíbulo. La luz se convierte de nuevo en protagonista, juega con el contraste de luces y sombras, aunque la luz dorada permite suavizar algo más ese contraste. El rico colorido y la textura de las telas, perfectamente conseguidas, demuestran la elevada calidad pictórica del artista. A medida que pasa el tiempo observaremos una mayor soltura en la pincelada del artista. Páginas relacionadas Comentario Rembrandt solía utilizar a miembros de su familia y su entorno como protagonistas de sus cuadros, provocando en el espectador la incertidumbre de estar ante una historia o un retrato. En esta obra, realizada hacia 1635, vemos al joven pintor, vestido con sus mejores galas, de brocado, seda y terciopelo, con espada y sombrero, sosteniendo en su regazo a su esposa Saskia, que gira la cabeza para mirarnos. La alegría de la escena se transmite a los espectadores gracias a la mirada cómplice de Rembrandt, que invita a entrar en el prostíbulo. La luz se convierte de nuevo en protagonista, juega con el contraste de luces y sombras, aunque la luz dorada permite suavizar algo más ese contraste. El rico colorido y la textura de las telas, perfectamente conseguidas, demuestran la elevada calidad pictórica del artista. A medida que pasa el tiempo observaremos una mayor soltura en la pincelada del artista. Páginas relacionadas

Considerado como uno de los mayores barrocos de la pintura y el grabado, Rembrandt Harmenszoon van Rijn, fue la inspiración del Doodle de Google, al celebrarse hoy su 401 aniversario de su nacimiento. Los colores oscuros de la imagen del Doodle recuerdan la obra del pintor "la ronda de noche" , denominada así porque cuando fue descubierta los colores al óleo se habían apagado tanto que muchos detalles eran intangibles y se parecía a una escena nocturna. Rembrandt Harmenszoon van Rijn nació el 15 de julio de 1606 y su aportación a la pintura coincide con lo que los historiadores han dado en llamar la edad de oro holandesa, el considerado momento cumbre de su cultura, ciencia, comercio, poderío e influencia política. Rembrandt tenía un profundo conocimiento de la iconografía clásica, y en sus pinturas y grabados solía interpretarla libremente para ajustarla a s

Rembrandt tenía unos 22 años cuando hizo este autorretrato. Es uno de los primeros, todavía estaba al principio de su carrera profesional. Un retrato arriesgado, porque la mayor parte del rostro de Rembrandt está cubierto por la sombra. Sólo les da luz al cuello, al lóbulo de la oreja, a una parte de la mejilla y a un trozo pequeño de la nariz.

En realidad, no es un retrato, sino más bien un estudio, en el que Rembrandt experimentó con las luces y las sombras. Pintó su autorretrato para estudiar los efectos de una caída particular de luz.

La luz en la pintura viene de una potente fuente por la izquierda, más allá del borde de la pintura. Cae a través de parte de su cuello, su mejilla y su pelo desordenado, refractándose sobre su nariz, labios y la punta de su barbilla.

Una pesada sombra cae sobre el resto de su cara. Este agudo contraste entre la luz y las sombras se reconoce con el nombre de "claroscuro".



Comentario
Rembrandt solía utilizar a miembros de su familia y su entorno como protagonistas de sus cuadros, provocando en el espectador la incertidumbre de estar ante una historia o un retrato. En esta obra, realizada hacia 1635, vemos al joven pintor, vestido con sus mejores galas, de brocado, seda y terciopelo, con espada y sombrero, sosteniendo en su regazo a su esposa Saskia, que gira la cabeza para mirarnos. La alegría de la escena se transmite a los espectadores gracias a la mirada cómplice de Rembrandt, que invita a entrar en el prostíbulo. La luz se convierte de nuevo en protagonista, juega con el contraste de luces y sombras, aunque la luz dorada permite suavizar algo más ese contraste. El rico colorido y la textura de las telas, perfectamente conseguidas, demuestran la elevada calidad pictórica del artista. A medida que pasa el tiempo observaremos una mayor soltura en la pincelada del artista.
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